NEON LUX

Que Carlota se dedique al arte no es algo casual, aunque no accidentado. Su madre es ingeniera, su padre veterinario, pero pintaba cuadros en casa. Y uno de sus abuelos tiene título noble de la isla de Menorca, lo cual le ha procurado crecer en un entorno trufado de cultura y arte: “Crecí en una casa que me ha inspirado mucho, mi padre siempre me ha dado alas para que yo pudiera desplegar todo mi potencial, el apoyo de mi familia ha sido clave para poder llegar a hacer lo que realmente me apasiona, ya sea tanto la fotografía como la pintura.”

Carlota ha definido su estética hacia un lado más mediterráneo a base de colores, luces, paisajes marinos y modelos femeninas con tonos cálidos. Un viaje estilístico que se debe a lo mucho que le gusta, tal y como ella confiesa, “mi isla”.

En el Raval de Barcelona, se pasea como pez en el agua, donde tiene su taller de pintura. Aquí es donde se encierra y crea su obra influenciada por el Mediterráneo.

“No puedo vivir sin estar cerca del mar, me transmite una paz y una tranquilidad que no puedo explicar”

También tiene un gran interés en la moda, ya que la interpreta como arte y creación, se comprara muchas revistas cada mes, pasa directamente a las sesiones de fotos que siempre incluyen las revistas de moda y no deja de analizar cada detalle. En consecuencia siempre está al día de las últimas tendencias.